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Oración al Día de Todos los Santos

Oración al Día de Todos los Santos

Si necesitas una oración al Día de Todos los Santos la que te vamos a mostrar a continuación es una de las mejores opciones que tienes para elegir. Es importante que recuerdes que dicho día es una celebridad cristiana que se lleva a cabo el 1 de noviembre para las iglesias católicas de rito latino.

Durante esta festividad se suelen hacer ciertas oraciones para celebrar a los Santos, por lo que si estás buscando una oración esta es una opción perfecta. En este día se celebra una fiesta solemne para todos aquellos difuntos que lograron superar el purgatorio, se han santificando totalmente, han obtenido la visión beatífica y gozan de la vida eterna en la presencia de Dios.

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Contenido

Oración al Día de Todos los Santos

Querido Dios, hoy venimos a ti en oración, recordando a todos aquellos que aun habiendo amado y querido, también hemos llegado a ver morir. Confiamos que estén allí contigo, en tu paz y en la vida eterna que algún día nosotros también alcanzaremos. ¡Acógelos entre tus brazos, y hazles sentirse cómodos y queridos!

Gracias Señor por los recuerdos que tenemos de ellos, y gracias también por todo aquello que compartimos y vivimos a su lado.

Padre Nuestro, pedimos que a través de la oración podamos acercarnos más a ti, creciendo en fe, amor y bondad; para que así, llegado el día, podamos presentarnos ante ti, preparados para entrar en el Reino de los Cielos.

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¿Qué sabemos sobre esta celebración?

Ahora que tenemos una oración al Día de Todos los Santos, es importante que sepamos un poco sobre esta celebración cristina. La historia de esta fecha se remonta al Papa Gregorio III (731 – 741), el cual se consagró en la capilla en la Basílica de San Pedro a todos los Santos. De modo que arregló el aniversario para el 1 de noviembre, pudiéndole dar culto a los santos que antes eran honrados en los cementerios y catacumbas que habían quedado en desuso.

Si somos más precisos, dicho oratorio se dedicó “al Salvador” a Santa María, a los Apóstoles, a los mártires, a los confesadores y a todas las almas justas. De igual forma hizo que un coro de monjes, rezara todos los días un Oficio Suplementario en honor a aquellos Santos cuyo natalicio fuese cada día.

Con el pasar del tiempo, en el siglo IX, Gregorio IV decidió extender tal celebración a toda la iglesia, fecha en la que se veneran a todos los santos que no tienen una fiesta propia en el calendario litúrgico, como tal es un día festivo, no laborable, y de precepto.

Luego pasó el tiempo y el papa Gregorio VII realiza su unificación para el primer noviembre, fecha para las cosechas, que ya se habían recogido en el territorio romano. Debemos recordar que las celebraciones anteriormente eran el 13 de mayo, que era el aniversario de la consagración de Santa María ad Martyres. Para dicha fecha era normal que los vivires fueran escaso en Roma y las multitudes solían peregrinar en grandes cantidades para los actos.

 

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