Saltar al contenido

Oración a Dios contra la envidia y la maldad

Oración a Dios contra la envidia

Conocer esta oración a Dios contra la envidia y la maldad es bueno, ya que como todo en el mundo hay cosas buenas y cosas malas. En concreto hay ciertas circunstancias o batallas espirituales que los Ángeles lidian y  de las cuales no nos damos cuenta y entre estas batallas tenemos la envidia y la maldad. Estas son dos cosas que nosotros en ocasiones no podemos controlar, pero que con total fe si podemos superar.

Para esto es importante mantener nuestra creencia en Dios y tener muy en cuenta esta oración, ya que estas sirven como herramientas que Dios coloca a nuestras manos para pedir su ayuda. Es como una manera de acercarnos a él y no solo en momentos difíciles, sino siempre que queramos buscar de su sabiduría.

👉 Oración a Dios contra la envidia y la maldad 🙏

Contenido

👉 Oración a Dios contra la envidia y la maldad 🙏

Amado Dios,

tú que lo puedes todo,

reventando nuestras necesidades.

Te pido por favor,

que alejes de mí,

e igualmente mis seres queridos,

toda envidia y maldad,

de las personas que quieren,

hacernos daño.

Dios tú que lo puedes todo,

ilumíname en el camino,

no es fácil para mí,

sobrevivir a tanta maldad.

Sobre todo cuando no estoy,

ni familiarizado,

con la mala energía,

qué puede estar rodeando el mundo.

Ayúdame a ser invisible,

a esas personas que solo,

sin perjudicar mi vida.

Asimismo qué envidia mis aspiraciones,

ya que mi deseo de superación,

es muy grande.

No permitas que me hagan daño,

porque yo me refugio bajo tu protección,

que realmente es bendita.

Amado Dios,

igualmente aleja de mí cualquier deseo,

de venganza que quiera regresar,

todo lo malo que me hacen.

Envía San Miguel Arcángel,

quién es el más cercano,

a tu santo poder de protección,

y que en su existencia no ha tenido,

ninguna derrota.

Nadie ha podido contigo,

Amado a Miguel Arcángel,

tu poder es bendito y puro,

ayudando a Dios a librar,

todas las batallas,

sus grandes enemigos.

Asimismo San Miguel Arcángel,

necesito que me regale fortaleza,

para todo estos malos,

deseos no logran afectar,

mi buen corazón que no conoce,

de dañar a otros.

Asimismo que sea tu armadura fuerte,

quién camine frente a mí,

y me proteja de todo deseo,

de maldad y envidia de personas,

inescrupulosas.

Además en ti amado Ángel,

puedo confiar con el poder,

de Dios ayudándonos,

en todo momento,

incluso en los más difíciles.

Oriéntame por el camino,

que esté lejos de esas personas,

igualmente dispón,

de que las manos los querubines,

puedan tomar las mías.

Ya que no necesito ningún poder,

solamente que me acompañen,

y asimismo que nunca se aparten,

de mi lado sobre todo,

en esos momentos difíciles.

Además, coloca el perdón en mi corazón,

para que pueda perdonar,

a las personas que quieran,

herirme o fallarle a mi sincera,

amistad que esto no me afecte,

asimismo que tampoco me duela.

Finalmente Dios,

en tus manos está mi confianza,

qué libraré todas las batallas,

que el mal ponga en mi camino.

Porque nunca perderé,

mi fe asimismo la buena voluntad,

de confiar en ti y en tu santo poder,

a pesar que todo se vuelva demasiado,

difícil porque eso es lo que quiere el mal.

Pero, mi Santo Padre,

tú eres mi mejor amigo,

igualmente no quieres,

nada malo para mi vida.

Confió y vivo confiando,

en que todo reposa bajo tu poder,

divino y celestial,

donde todo tiene una razón de ser.

Amén.

[plegar]

La Fe en Dios cura la maldad y la envida

Aunque en ocasiones no lo parezca Dios siempre nos está observando y es consciente de nuestros problemas. Por ello es que antes de que tan siquiera intentemos contactarnos, él sabrá por lo que estamos pasando y obviamente nos ayudará a superarlo. Para ello nos va a ofrecer fortaleza y protección, todo con el fin de superar los momentos difíciles y los obstáculos que nos pone la vida.

En todo esto lo más importante es que mantengamos la fe en Dios Todopoderoso y darle a él control de todo lo que nos rodea. Con esto en mente siempre debemos mantener una Fe inamovible, para poder lidiar con todos lo que nos pasa.